La ciudad nazarí es considerada como unos de los puntos más
turísticos del territorio español. Barrios como el Albaicín o el Realejo son los más turísticos debido a la gran variedad de monumentos que ostentan.
Sin embargo, esta oferta cultural, en mayor parte, por su mayor atractivo, La Alhambra, hace que los precios de bares y restaurantes de alrededor se eleve. Al contrario, muchos son los lugares desconocidos que no todos los turistas conocen, pero que ofrecen un buen momento de relax al alcance de todos los bolsillos.
Sin embargo, esta oferta cultural, en mayor parte, por su mayor atractivo, La Alhambra, hace que los precios de bares y restaurantes de alrededor se eleve. Al contrario, muchos son los lugares desconocidos que no todos los turistas conocen, pero que ofrecen un buen momento de relax al alcance de todos los bolsillos.
En concreto, he de destacar el Carmen de la Victoria, un
pequeño paraíso situado a los brazos del ya mencionado monumento y del Paseo
de los Tristes. Y es que este oasis, perteneciente a la Universidad de Granada,
razón por la que se puede pasar la tarde sin necesidad de despilfarrar dinero, se
convierte en un tesoro para aquellos que indagan más sobre los atractivos del
frecuentado barrio.
Las espectaculares vistas, junto a la naturaleza que lo rodea
, el goteo de sus fuentes, el canto de los pájaros o la diversidad de lenguas
que alberga, lo convierten en un déjà vu de aquellos domingos de campo de la infancia.
Pero hay que añadirle un plus a dicha experiencia, ¿quién había imaginado todo
eso a un euro con quince céntimos?
Conocida por sus tapas, la capital hace una oferta
gastronómica muy interesante, aunque no toda está donde la afluencia de visitantes
es mayor. Una infusión a 1´20, un refresco a
1´50 o la deseada caña al atardecer por 1´44 posicionan a dicho carmen en la mente de los pocos privilegiados que saben de su existencia.
1´50 o la deseada caña al atardecer por 1´44 posicionan a dicho carmen en la mente de los pocos privilegiados que saben de su existencia.
Por lo cual, el barrio del Albaicín se convierte en una zona
turística de gran belleza artística y cultura, con opción a visita a otros
puntos de la ciudad por su bajo coste. Su único es saber buscar. ¿Quién dijo
que viajar era caro?